Es muy común oír eso de que “al final del verano se rompen muchas parejas”, seguro que has oído la frase alguna vez o incluso conoces casos cercanos , pero ¿te has preguntado alguna vez por qué ocurre?
Uno de los motivos a los que aluden los expertos es que, durante el resto del año, estamos muy ocupados con nuestras actividades varias (trabajo, estudios, hijos, gimnasio, compra, amigos…) y obviamos las cosas que no nos gustan o los pequeños problemas que podamos tener con nuestras parejas, mismos que afloran durante el tiempo vacacional, ya que no tenemos las obligaciones anteriores que nos “despistan” de estos problemas. Es decir, al convivir más tiempo del habitual con nuestras parejas, aparecen diferencias que no habíamos detectado. Parece entonces que “descubrimos” fallos o conductas que no nos gustan y que “no sabíamos que estaban allí”…Realmente sí estaban, pero no nos paramos a verlos, a negociarlos o a resolverlos. Esto denota un problema de comunicación en la pareja e implica que no podamos atender a la relación como lo hacíamos al principio. Esta falta de comunicación también provoca que esas diferencias que surgen no se puedan solventar, ya que no nos permitimos hablar de nuestros sentimientos y de nuestras necesidades emocionales y por ende, tampoco de las del otro.
¿Qué se puede hacer?
Lo primero que se puede hacer es pensar con detenimiento si esa es realmente la relación que se quiere tener con esa otra persona y si hay algo que va mal, ver por qué motivos ocurre eso. Si se quiere realmente a esa persona y se cree que la relación puede seguir adelante y si es posible dar solución a eso que va mal, plantearse cómo hacerlo y hablarlo detenidamente con la pareja, expresándole los sentimientos al respecto.
Para evitar que la relación se resienta durante las vacaciones…
Es muy importante respetar el espacio de cada uno también durante este periodo, es decir, que seamos capaces de tener actividades por separado. Esto permite disfrutar de las vacaciones también individualmente y a la manera de cada uno y poder hacer las cosas que no se pueden hacer durante el resto del año, así como reencontrarnos con nosotros mismos. Hay que recordar que no es necesario pasar el 100% del tiempo al lado de la pareja para poder disfrutar del merecido descanso. ¿Te sientes indentificado/a con esta situación? Si necesitas ayuda o consultar sobre ello, no dudes en ponerte en contacto con nosotras para ayudarte a orientar la situación.
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