El asma bronquial es un trastorno respiratorio crónico. Consiste en la inflamación crónica de las vías respiratorias que puede producir una reactividad aumentada de la vía aérea llegando a obstruirse, lo que genera episodios recurrentes de pitidos o sonidos al respirar (sibilancias), opresión torácica y tos.
Las crisis asmáticas pueden producir miedo, pudiéndose producir condicionamientos a diferentes estímulos neutros que se convertirán en condicionados y precipitar así la crisis asmática.
Entre los indicadores que aconsejan la intervención psicológica en los casos de asma, se encuentran los niveles elevados emocionales (ansiedad, depresión), falta de adherencia al tratamiento farmacológico y mala evolución con crisis frecuentes.
Los tratamientos psicológicos frecuentemente empleados son:
- Programas de automanejo o autocontrol: información sobre la enfermedad y su cuidado, cumplimiento médico y entrenamiento en habilidades de manejo emocional.
- Relajación: Relajación muscular progresiva.
- Técnicas de biofeedback: Electromiograma (EMG) de los músculos faciales, de la función pulmonar y biofeedback de la arritmia del seno respiratorio (ASR).
Comments