Los distintos tipos de memoria no sólo se distinguen entre sí por la información representada o por los procesos que involucran, sino también por el tipo de experiencia consciente que acompaña a cada uno de ellos.
Tulving (1997) ha distinguido tres tipos de experiencia consciente:
- Autonoética: es la capacidad del ser humano de representarse y darse cuenta de su propia existencia a través del tiempo subjetivo. Posibilita la Memoria Episódica.
- Noética: ocurre cuando pensamos en algo que sabemos sin reexperimentar el momento en que ese conocimiento se adquirió. Está relacionado con la Memoria Semántica.
- Anoética: es la ausencia de representación consciente de un conocimiento a pesar de que éste puede provocar cambios en la ejecución de una tarea cognitiva, perceptiva o motora. Esta asociada a la Memoria Implícita.
Relacionado con el planteamiento anterior, cabe mencionar la distinción entre “saber” y “recordar”. En una tarea de reconocimiento, un sujeto puede reconocer un objeto basándose en la “familiaridad” (Respuestas “k” de Knowing) o bien en el recuerdo consciente de la ocurrencia de dicho objeto en la fase de estudio (Respuestas “R” de Remember). Ambos tipos de respuesta son funcionalmente independientes y disociables, y están relacionados con la Memoria Semántica, en el primer caso, y la Memoria Episódica, en el segundo. A mayor profundidad de codificación , más frecuentes serán las respuestas “R”.
Los datos comentados hasta aquí evidencian que las disociaciones clásicas entre sistemas de memoria pueden estar reflejando, no tanto la participación de sistemas distintos, neuroanatómica y funcionalmente, sino estados funcionales distintos de las mismas redes de memoria.
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