Las vacaciones son un periodo de descanso, de cambio, de desconexión del trabajo, de los estudios, de la rutina, del día a día. En vacaciones nos permitimos dormir más, comer diferente, tener otros horarios, otro ritmo de vida. Pero tras unos días de descanso, toca volver a la realidad de nuestro día a día y, muchas veces, se da una adaptación inadecuada a esa rutina. El llamado “síndrome postvacacional” no tiene una definición de síntomas estandarizada, pero incluye desgana, falta de motivación y un bajo estado de ánimo, aunque NO hay que confundirlo con la depresión. No afecta de igual manera a todo el mundo, hay gente a la que le cuesta más la adaptación a los cambios y son más propensas a sufrir este conjunto de sensaciones. Sin embargo, no somos partidarios de llamarlo síndrome postvacacional, ya que creemos que no se trata de un síndrome como tal, sino de una vuelta a la rutina tras unos días de total descanso y libertad y, en ocasiones, esto puede generar problemas de adaptación.
La consultora española de Recursos Humanos Adecco ha calculado que alrededor de un 30% de la población de nuestro país sufre de estas percepciones y sensaciones.
En PSICAX te ofrecemos algunos consejos para evitar o combatir la aparición de este malestar:
· Repartir los días de vacaciones. Las personas con períodos vacacionales largos tienden a sufrir más este síndrome. Si dividimos los días de vacaciones, la vuelta se hace menos brusca.
· Adelantar unos días la vuelta a casa, porque ayuda aclimatarse de nuevo a la rutina mucho más fácilmente.
· Despertarse y levantarse pronto días previos a la incorporación al trabajo, ya que permite volver a establecer poco a poco el horario y adaptarnos de forma más paulatina.
· Programar el despertador unos minutos antes de la hora habitual los primeros días de reincorporación al trabajo para tener algo más de tiempo y así no tener prisas ni sufrir nervios innecesarios.
· Reducir la carga de trabajo los primeros días, para que la vuelta a la rutina no sea abrupta y desagradable y logremos encontrarnos más a gusto en el entorno de trabajo.
· Llevar a cabo actividades saludables como rutinas de ejercicio y cuidar la alimentación, ya que esto también influye en nuestro ánimo. El deporte nos ayuda a liberar energía y desconectar.
· Hacer planes que nos resulten agradables los primeros días de vuelta.
· Mantener una actitud positiva respecto al trabajo, ya que si lo vemos como una carga, seguramente nos va a costar muchísimo más volver a él tras las vacaciones. Y por otro lado, te planteamos que reflexiones también sobre tu rutina y tu vida diaria en general. Si la vuelta de las vacaciones representa cada vez un choque más fuerte, quizás es el problema sea que no estás a gusto con tu vida cotidiana y sea un buen momento para pensar en ponerle remedio. ¿Qué opinas?
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