Un acto altruista es algo complejo y que ocurre solamente cuando operan conjuntamente diversas variables disposicionales distintas. Ninguna variable aislada puede predecir con exactitud el comportamiento, ya que deben tenerse en cuenta una combinación de varias variables relevantes. Bierhoff, Klein y Kramp (1991) identificaron las siguientes:
1. La empatía: las personas empáticas desarrollan con mayor facilidad conducta prosocial y además se relacionan otras variables como la responsabilidad, sociabilidad, autocontrol y tolerabilidad.
2. Fuerte creencia en un mundo justo: percepción del mundo como un lugar equitativo y predecible en el que el buen comportamiento se recompensa y el inadecuado se castiga.
3. La responsabilidad social: creencia caracterizada por la idea de que todos deberíamos hacer todo lo que podamos para ayudar a los demás.
4. Locus de control interno: creencia de que uno se puede comportar de manera que maximice sus buenos resultados y minimice los malos, que el individuo puede marcar la diferencia y que no está indefenso a la merced de la suerte, el destino u otras fuerzas incontrolables.
5. Bajo egocentrismo.
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