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Creencias erróneas y mitos sobre la sexualidad masculina

¿Alguna vez te has parado a pensar dónde aprendiste determinadas creencias sobre la sexualidad? Muchas se corresponden con modelos sociales y culturales (socio-sexuales) muy arraigados e influenciados por la época y momento cultural o social en que vivimos y otras cuantas se “heredan” de modelos anteriores porque, si bien ahora contamos con mucha información y acceso a la misma, es difícil no heredar creencias que han estado ahí durante décadas en generaciones anteriores .

Pasamos a describirte algunas de las creencias más comunes respecto a la sexualidad masculina y te animamos a revisar si tú o tu pareja os sentís identificados o creéis alguno/s de estos mitos:


1. Los hombres siempre tienen ganas y disposición para tener relaciones sexuales. Los hombres también pueden encontrarse cansados, estresados, pueden estar enfermos o simplemente no tener deseo sexual en diversos momentos y sin motivo aparente. También Los pueden sentirse bloqueados emocionalmente con su pareja y eso también puede afectar a su deseo. No siempre están disponibles para un encuentro sexual y es perfectamente normal. ¡Son humanos!

2. Los hombres no deben expresar sus sentimientos o emociones a su pareja sexual. En absoluto. Incluso aunque no haya una relación sentimental, la comunicación en un encuentro sexual es muy importante tanto para ellos como para ellas. Si no somos capaces de expresar cómo nos sentimos en ese momento, es muy posible que el encuentro no sea satisfactorio para alguna de las partes. Si eres tú mismo y puedes hablar de cómo te sientes con naturalidad, será mucho más fácil disfrutar de esa relación sexual.

3. Un hombre siempre se excita cuando está en una situación sexual. Si no lo hace y la situación está socialmente considerada como tal, es que hay algún problema o anormalidad en él. Como bien señalábamos más arriba, un hombre no siempre tiene por qué estar dispuesto a mantener una relación sexual y esto incluye situaciones eróticas o “socialmente consideradas sexuales” porque para que haya disposición o deseo, el cuerpo y la mente tienen que estar “en sintonía” con la situación y hay mil factores que pueden interferir con eso. El ejemplo más fácil de ver es encontrarse mal físicamente, pero el estrés, las preocupaciones y cualquier afectación emocional, así como el contexto, puede inhibir la respuesta sexual, aunque la situación invite a ello.

4. Si un hombre pierde la erección es porque no encuentra a su compañera sexualmente atractiva. No tiene por qué, hay muchos más factores que pueden interferir con tener y mantener una erección. Para ello, es importante mantener la atención en el placer y dejarse llevar, no dejándose influir por pensamientos intrusivos. Si la mente está pensando en preocupaciones y cómo solucionar problemas en vez de centrar la atención y focalizarse en el placer, es muy fácil engancharse con emociones acordes a dichos problemas y perder “la conexión” que permite que esa erección siga manteniéndose, tanto a nivel físico como mental.

5. El sexo requiere de una buena erección por parte del hombre (a mayor erección, más satisfactorio será el sexo). Los hombres que no tengan buenas erecciones no tienen una buena capacidad sexual y no serán nunca buenos amantes. En absoluto. Puede haber penetración sin tener una erección completa, además de que hay muchas otras prácticas que pueden ser igual o más placenteras que la propia penetración, pero si nos centramos en ésta, la totalidad de la erección no es determinante.

6. Un pene pequeño (sobretodo si sigue siendo pequeño tras la erección) no es capaz de resultar placentero a las mujeres. Cuanto más grande el pene, mejor. En cuanto al tamaño, puede ser incluso al contrario: A menudo es más costoso tener penetraciones satisfactorias con un pene demasiado grande, porque puede resultarle incómodo y doloroso a la pareja y acaba siendo una relación incómoda y menos satisfactoriapara ambos.

7. Cuando un hombre tiene una erección hay que aprovecharla para tener un orgasmo cuanto antes. De lo contrario, puede resultar perjudicial. Imagina que estás en la cola del supermercado y espontáneamente tienes una erección. ¿Qué harías? O en el cine, viendo una escena erótica junto a tus amigos… Seguramente no saldrías corriendo tú o con tu pareja “para aprovechar una erección y tener un orgasmo”. Si tienes erecciones espontáneas, puedes tenerlas buscándolas. No tienes un número limitado de erecciones y hay mil formas de tenerlas, pero hay que saber gestionar las dificultades que se puedan presentar, si fuera el caso, tanto emocionales como fisiológicas. No dudes en pedir ayuda profesional si lo necesitas.

8. La masturbación es dañina físicamente, inmoral y no es necesaria si se tiene pareja. La masturbación es una forma más de explorar, conocer e interactuar con nuestro cuerpo y gracias a ella, también podemos aprender lo que nos proporciona placer y lo que no, para luego poder comunicarlo a nuestras parejas. Es una fuente de autoconocimiento y, siempre y cuando no se convierta en un acto compulsivo y limitante, la masturbación siempre te aportará algo positivo.

9. Cualquier hombre debe saber cómo dar placer a una mujer, incluso desde la primera relación. No son adivinos. Todos podemos hacernos una idea de lo que proporciona placer a otras personas pero cada persona es diferente y, como tal, tiene gustos diferentes. Y puede que lo que le gustara a tu ex, a tu actual pareja le horrorice, así que, como dijimos más arriba, es FUNDAMENTAL la comunicación y saber expresar lo que nos gusta y lo que no en cada momento. No pretendas que el otro adivine, al contrario, enséñale a conocerte.

10. El sexo debe surgir siempre como iniciativa del hombre. En consulta muchas veces esto se ve y supone una carga. ¿Por qué son ellos los que tienen que iniciar o pedir una relación sexual? Nosotras también tenemos deseo y también podemos expresar nuestra necesidad de relacionarnos sexualmente con ellos. Romper esta creencia es muy liberador.

11. El hombre siempre debe “llevar la batuta” durante el sexo. Va de la mano de la anterior. Esta creencia viene de modelos conservadores en los que se asumía que el deseo del hombre era imperativo y la mujer debía simplemente dejarse hacer, pero hoy en día sabemos que esto no es (nunca fue) así. Sentíos libres de exploraros el uno al otro, de innovar, de pedir… ¡Comunicaos! Solo así disfrutaréis de una sexualidad plena.

12. Las mujeres esperan que el hombre les proporcione un orgasmo durante las relaciones sexuales. Partamos de la base de que un orgasmo no es obligatorio cuando tenemos sexo ni debería ser el objetivo siempre. Dicho esto: Cada uno somos responsables de nuestro placer. Lo compartimos con otras personas y podemos disfrutar más o menos de una serie de prácticas pero, al final, quien se “concentra y conecta” con su placer, con dejarse llevar, es uno mismo. Si no nos permitimos sentir el placer, ya puedes tener al mejor amante del mundo , que no será fácil alcanzar el orgasmo porque no estás permitiendo a tu cerebro atender a las señales fisiológicas y psicológicas necesarias para que cada parte del proceso cumpla su función y consigas la suficiente excitación para tener un orgasmo. Nadie da orgasmos a nadie: Los tenemos cada uno de nosotros, en conjunto con otra persona o personas.

¿Qué piensas al respecto? ¿Podrías cambiar alguno de estos mitos en tu sistema de creencias sobre la sexualidad?



(Fuente: Labrador, 1994; pp. 43-44)

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