Las perturbaciones sexuales no son necesariamente una consecuencia directa de la diabetes mellitus, pero ésta puede a largo plazo interferir en el placer sexual. Si la diabetes no se controla bien, puede causar disfunción eréctil en los hombres provocada por los bajos niveles de testosterona por el mal funcionamiento de los nervios que se dirigen al pene. Incluso una perturbación temporal de la potencia sexual puede causar en los hombres una ansiedad que más adelante puede conducirlos a una disfunción eréctil. Algunos hombres también se quejan de eyaculación precoz.
Aproximadamente la mitad de los hombres diabéticos tienen dificultades con la erección, si bien la diabetes no es la causa obligada. Algunos medicamentos utilizados en los tratamientos pueden causarla.
Las mujeres diabéticas están más expuestas a las úlceras vaginales y esto puede causar irritación y quizás dolor durante el coito, aunque las infecciones vaginales se tratan con facilidad con fungicidas. También puede haber alguna dificultad en la lubricación vaginal.
Los problemas sexuales y la diabetes no son crónicos ya que la excitación, eyaculación y orgasmo varían cada vez. Es posible disfrutar de una vida sexual placentera, quizás un poco diferente a la que se tenía antes, pero no por ello insatisfactoria.
