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  • Foto del escritorPsicologia Psicax

Distorsiones cognitivas: La inferencia arbitraria

Cada uno tenemos nuestra forma particular de ver el mundo, de explicarnos y de entender la realidad a nuestro alrededor. Observamos el entorno y recibimos los estímulos de nuestro entorno a través de los sentidos, y después les damos un significado, los interpretamos y reaccionamos ante ellos.

No obstante,  en la interpretación entran en juego diversos procesos mentales: Desde nuestros esquemas mentales y nuestras creencias, que componen nuestra forma de entender el mundo, hasta nuestros conocimientos y experiencias anteriores; finalmente, juntamos todo para darle un sentido. No sería raro pensar  que nuestra interpretación  pueda sufrir sesgos o distorsiones durante todo el procesamiento de información anteriormente descrito. 

 

¿Qué son los sesgos cognitivos?

La inferencia arbitraria es uno de los varios sesgos o distorsiones cognitivas, que se entienden como un tipo de error en el que la persona interpreta la realidad equivocadamente, producto de creencias adquiridas a partir de experiencias o patrones de procesamiento aprendidos a lo largo de su vida.

Las distorsiones cognitivas, por ejemplo, hacen que existan los prejuicios y los estereotipos, o que se interpreten incorrectamente las intenciones de otras personas hacia nosotros o que solo se tenga en cuenta un número limitado de soluciones para un mismo problema en vez de pensar en soluciones intermedias o alternativas.

La persona acaba entonces generando una explicación del mundo o de si misma basado en premisas falsas o limitadas, lo que puede generar que cometa  errores interpretativos que tendrán consecuencias en su manera de actuar. Esos sesgos, entre otros, serían: La abstracción selectiva, el pensamiento dicotómico, la personalización, la sobregeneralización, la minimización o maximización o la inferencia arbitraria.


La inferencia arbitraria

En el caso de la inferencia arbitraria, hablamos de una distorsión cognitiva en la que la persona  llega a una conclusión determinada sobre un hecho sin que haya datos que la apoyen  o incluso habiendo datos que la refuten. No utiliza las evidencias disponibles, sino que pasa rápidamente a interpretar la situación de una forma concreta, frecuentemente mediada por las  propias expectativas, creencias o vivencias previas de la persona en cuestión.

Por ejemplo, cuando pensamos que alguien quiere perjudicarnos o desacreditarnos al mostrarse en desacuerdo con nuestra opinión, que no aprobaremos un examen, independientemente de lo que estudiemos, que una persona quiere ligar con nosotros únicamente porque nos ha sonreído, etc.

La inferencia arbitraria es un error muy frecuente en la mayoría de las personas, y resulta útil  como atajo cognitivo, lo que nos permite ahorrar energía y  tiempo a la hora de procesar la información más detalladamente. A veces, incluso es posible llegar a una conclusión correcta, pero que no estará elaborada a partir de la información que hay disponible.

Influencia en la salud mental.

La inferencia arbitraria es una distorsión cognitiva que todos nosotros  a veces mostramos. Sin embargo, si se da habitualmente puede sesgar también nuestra conducta y nuestra forma de interpretar la realidad que nos rodea.

Junto con otras distorsiones cognitivas, la inferencia arbitraria aparece  origina y mantiene patrones de pensamiento no adaptativos en varios  problemas de salud mental.


1. Depresión

Desde la óptica  cognitivo-conductual y, más concretamente desde la teoría cognitiva de Beck, se considera que las alteraciones cognitivas de los pacientes con depresión se generan por la activación de esquemas de pensamiento negativos y disfuncionales, apareciendo pensamientos relacionados con distorsiones cognitivas como la inferencia arbitraria.

 

Estas distorsiones a su vez  mantienen el problema, ya que dificultan interpretaciones diferentes. Por ejemplo, una paciente puede pensar que es una inútil y que no llegará a nada a pesar de que existen informaciones que indican totalmente lo opuesto y su entorno se lo hace saber.


2. Trastornos psicóticos

Uno de los síntomas más comunes de los trastornos psicóticos son lasalucinaciones y delirios. No se tienen en cuenta distintos aspectos que podrían contradecir las creencias de la persona en cuestión y es habitual que infiera de forma arbitraria una intención o situación a partir de otra que no tiene por qué estar en absoluto vinculada. Por ejemplo, la idea de que alguien está siendo perseguido puede partir de ver una persona que está nerviosa mientras camina por la calle.


3. Trastornos relacionados con ansiedad y fobias

En el caso de la ansiedad aparece el pánico al anticipar  un posible daño, amenaza, perjuicio o hecho que puede o no ocurrir en el futuro.

Igual que con la ansiedad, en las fobias hay un estímulo, o grupo de estímulos o situaciones que provocan pánico. Este pánico puede derivar de la creencia de que si nos acercamos a dicho estímulo vamos a dañarnos. Por ejemplo, infiriendo arbitrariamente que si se acerca un perro nos va a morder irremediablemente.


4. Trastornos de personalidad

La personalidad es el patrón relativamente estable, coherente y consistente en cuanto a la manera de pensar, interpretar y actuar ante nosotros mismos y ante el mundo que nos rodea. Sin embargo, en algunos trastornos de personalidad, entre ellos el paranoide, se dan interpretaciones sesgadas de la realidad que pueden deberse a distorsiones como la inferencia arbitraria.


¿Se puede solucionar con terapia?

La inferencia arbitraria no es un trastorno  en sí, pero en los casos en que aparezca en un cuadro que curse con psicopatología en el que origine o mantenga el problema, sí se haría necesario reducir o eliminar el sesgo que está provocado por esta distorsión cognitiva.

Asimismo, las distorsiones cognitivas, también la inferencia arbitraria, también existen y es importante trabajarla para prevenir problemas en las relaciones interpersonales que pueden generar un gran malestar emocional y, eventualmente, en personas vulnerables, pueden acabar produciendo un trastorno o patología.

Para ello se emplea fundamentalmente la reestructuración cognitiva , un método con el que el paciente aprende a identificar y combatir los pensamientos derivados de la inferencia arbitraria y otras distorsiones y aprende a generar otros pensamientos alternativos, más adaptativos y realistas. Consiste básicamente en  ayudar a generar alternativas igualmente válidas a la propia forma de pensar, discutir qué provoca esos pensamientos o en qué se basan, buscar y contrastar la información disponible, para así generar un pensamiento más amplio, realista  y adaptado a la realidad y al entorno de la persona en cuestión.



Referencias bibliográficas:

·         Beck, A. (1976). Cognitive Therapy and the emotional disorders. International University Press. New York.

·         Santos, J.L. ; García, L.I. ; Calderón, M.A. ; Sanz, L.J.; de los Ríos, P.; Izquierdo, S.; Román, P.; Hernangómez, L.; Navas, E.; Ladrón, A y Álvarez-Cienfuegos, L. (2012). Psicología Clínica. Manual CEDE de Preparación PIR, 02. CEDE. Madrid.

·         Yurita,C.L. y DiTomasso, R.A. (2004). Cognitive Distortions. En A. Freeman, S.H. Felgoise, A.M. Nezu, C.M. Nezu, M.A. Reinecke (Eds.), Encyclopedia of Cognitive Behavior Therapy. 117-121. Springer

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